Hora Intermedia
V. Dios mío, ven en mi auxilio.
R. Señor, date prisa en socorrerme.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.
HIMNO
El mundo brilla de alegría.
Se renueva la faz de la tierra.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Esta es la hora
en que rompe el Espíritu
el techo de la tierra,
y una lengua de fuego innumerable
purifica, renueva, enciende, alegra
las entrañas del mundo.
Esta es la fuerza
que pone en pie a la Iglesia
en medio de las plazas
y levanta testigos en el pueblo,
para hablar con palabras como espadas
delante de los jueces.
Llama profunda,
que escrutas e iluminas
el corazón del hombre:
restablece la fe con tu noticia,
y el amor ponga en vela la esperanza,
hasta que el Señor vuelva.
SALMODIA
Tercia Ant. José y María, la madre de Jesús, estaban maravillados de lo que se decía de él.
Sexta Ant. María conservaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón.
Nona Ant. Mis ojos han visto a tu Salvador, a quien has presentado ante todos los pueblos.
Salmo 118, 25-32
IV (Daleth)
Mi alma está pegada al polvo:
reanímame con tus palabras;
te expliqué mi camino, y me escuchaste:
enséñame tus leyes;
instrúyeme en el camino de tus decretos,
y meditaré tus maravillas.
Mi alma llora de tristeza,
consuélame con tus promesas;
apártame del camino falso,
y dame la gracia de tu voluntad;
escogí el camino verdadero,
deseé tus mandamientos.
Me apegué a tus preceptos,
Señor, no me defraudes;
correré por el camino de tus mandatos
cuando me ensanches el corazón.
Salmo 25
ORACIÓN CONFIADA DEL INOCENTE
Nos eligió para que fuésemos consagrados e irreprochables ante él por el amor (Ef 1, 4).
Hazme justicia, Señor, que camino en la inocencia;
confiando en el Señor, no me he desviado.
Escrútame, Señor, ponme a prueba,
sondea mis entrañas y mi corazón,
porque tengo ante los ojos tu bondad,
y camino en tu verdad.
No me siento con gente falsa,
no me junto con mentirosos;
detesto las bandas de malhechores,
no tomo asiento con los impíos.
Lavo en la inocencia mis manos,
y rodeo tu altar, Señor,
proclamando tu alabanza,
enumerando tus maravillas.
Señor, yo amo la belleza de tu casa,
el lugar donde reside tu gloria.
No arrebates mi alma con los pecadores,
ni mi vida con los sanguinarios,
que en su izquierda llevan infamias,
y su derecha está llena de sobornos.
Yo, en cambio, camino en la integridad;
sálvame, ten misericordia de mí.
Mi pie se mantiene en el camino llano;
en la asamblea bendeciré al Señor.
Salmo 27, 1-3. 6-9
SÚPLICA Y ACCIÓN DE GRACIAS
Padre, te doy gracias porque me has escuchado (Jn 11, 41).
A ti, Señor, te invoco;
Roca mía, no seas sordo a mi voz;
que, si no me escuchas, seré igual
que los que bajan a la fosa.
Escucha mi voz suplicante
cuando te pido auxilio,
cuando alzo las manos
hacia tu santuario.
No me arrebates con los malvados
ni con los malhechores,
que hablan de paz con el prójimo,
pero llevan la maldad en el corazón.
Bendito el Señor, que escuchó
mi voz suplicante;
el Señor es mi fuerza y mi escudo:
en él confía mi corazón;
me socorrió, y mi corazón se alegra
y le canta agradecido.
El Señor es fuerza para su pueblo,
apoyo y salvación para su Ungido.
Salva a tu pueblo y bendice tu heredad,
sé su pastor y llévalos siempre.
Tercia Ant. José y María, la madre de Jesús, estaban maravillados de lo que se decía de él.
Sexta Ant. María conservaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón.
Nona Ant. Mis ojos han visto a tu Salvador, a quien has presentado ante todos los pueblos.
TERCIA
LECTURA BREVE Is 2, 3-4
De Sión saldrá la ley, de Jerusalén, la palabra del Señor. Será el árbitro de las naciones, el juez de pueblos numerosos. De las espadas forjarán arados, de las lanzas, podaderas. No alzará la espada pueblo contra pueblo, no se adiestrarán para la guerra.
V. Se acordó el Señor de su misericordia. Aleluya.
R. Y de su fidelidad en favor de la casa de Israel. Aleluya.
ORACIÓN
Dios todopoderoso, tú has dispuesto que por el nacimiento virginal de tu Hijo, su humanidad no quedara sometida a la herencia del pecado: por este admirable misterio, humildemente te rogamos que cuantos hemos renacido, en Cristo, a una vida nueva, no volvamos otra vez a la vida caduca de la que nos sacaste. Por nuestro Señor Jesucristo.
SEXTA
LECTURA BREVE Is 9, 2
El pueblo que caminaba en tinieblas vio una luz grande; habitaban tierra de sombras, y una luz les brilló.
V. Los confines de la tierra han contemplado. Aleluya
R. La salvación de nuestro Dios. Aleluya.
ORACIÓN
Dios todopoderoso, tú has dispuesto que por el nacimiento virginal de tu Hijo, su humanidad no quedara sometida a la herencia del pecado: por este admirable misterio, humildemente te rogamos que cuantos hemos renacido, en Cristo, a una vida nueva, no volvamos otra vez a la vida caduca de la que nos sacaste. Por nuestro Señor Jesucristo.
NONA
LECTURA BREVE Is 60, 4-5
Tus hijos, Jerusalén, llegan de lejos, a tus hijas las traen en brazos. Entonces lo verás, radiante de alegría; tu corazón se asombrará, se ensanchará, cuando vuelquen sobre ti los tesoros del mar y te traigan las riquezas de los pueblos.
V. La misericordia y la fidelidad se encuentran. Aleluya.
R. La justicia y la paz se besan. Aleluya.
ORACIÓN
Dios todopoderoso, tú has dispuesto que por el nacimiento virginal de tu Hijo, su humanidad no quedara sometida a la herencia del pecado: por este admirable misterio, humildemente te rogamos que cuantos hemos renacido, en Cristo, a una vida nueva, no volvamos otra vez a la vida caduca de la que nos sacaste. Por nuestro Señor Jesucristo.
CONCLUSIÓN
V. Bendigamos al Señor.
R. Demos gracias a Dios.